En un e-mail de David González: “No quedan más cojones, hay que plantarse, uno comprende o va comprendiendo que hay algo más importante que todo esto: nuestra conciencia, nuestra propia conciencia, y es con ella con quien tenemos que rendir cuentas, con nadie más… Hay que plantarse y afrontar las consecuencias, de pie, dando la cara, aunque nos la partan (y nos la van a partir en innumerables ocasiones)”. Gracias, David, pienso al leerlo, tú siempre estás en primera línea de fuego.
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