Acabo de enterarme del fallecimiento del escritor y director de cine Eduardo Mignogna, nacido en Buenos Aires. Me lamento de ello porque recuerdo que me gustó mucho una de sus películas, Sol de otoño, una historia de amor entre dos abueletes, que protagonizaban Federico Luppi y Norma Aleandro. Y también porque en mi biblioteca conservo su mejor libro: La fuga, una novela-de-relatos de la que luego él mismo dirigió una película. Acabo de desempolvar el libro y repaso sus páginas. Recuerdo que era la historia (ficticia, aunque con fotos) de quince presos que se fugan de un penal; cada relato nos cuenta la historia de uno de esos presos y la suerte que corrieron tras escaparse de prisión. Es, insisto, un libro muy ameno y recomendable.
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