Recuerdo el impacto que para mí supuso lectura de En mil pedazos. Luego dijeron que casi todo lo que allí contaba James Frey era mentira o que había exagerado los hechos. Lo que a mí me importaba es que detrás había un gran escritor. Alguien capaz de azotar con la palabra, de sacudir al lector, de sumergirlo de lleno en un mundo de dolores, adicciones y desintoxicación.
Una mañana radiante es su última novela, muy extensa: 518 páginas. Lo que ofrece esta vez James Frey es un mosaico extraordinario sobre la ciudad de Los Ángeles. Y para ello se vale de:
- La historia de varios personajes cuyas historias de mezclan con el resto de anécdotas y datos: una mexicana nacida en USA, acomplejada por sus muslos y rebotando entre un trabajo y otro; un mendigo alcohólico que vive en un aseo público y busca respuestas y necesita ayudar a alguien; un chico y una chica, enamorados, que huyen de sus familias y se establecen en L.A.; una estrella de cine, casada con una actriz, matrimonio que resulta ser una tapadera para ambos (que son gay y lesbiana), y de cómo el actor se enamora de otro hombre al que no puede conseguir.
- Los datos estadísticos y cifras sobre la ciudad, que se van alternando con la narración: las catástrofes naturales, los orígenes de L.A., el número de crímenes al año, los disturbios raciales, las galerías de arte, la distribución de barrios, los arrabales, etcétera.
- Pequeñas historias de hombres anónimos, o de hombres famosos, o de toda esa gente que llena Los Ángeles con sus sueños: casi todos eran jóvenes que querían ser actores y actrices y cantantes y que llegaron a California esperando conseguirlo y los años han pasado y ellos continúan haciendo lo mismo que hicieron al pisar la ciudad (trabajar de camareros o de bailarinas o de actrices porno o de hombres de la limpieza). Historias de inmigrantes, de los cambios en los distritos de juguetes, del cine o de la moda, de las mutaciones del paisaje urbano.
- Ficción y no ficción.
Lo que Frey pretende, y lo que a mi juicio consigue, es retratar el alma de una ciudad que aplasta a casi todos los que van buscando el sueño americano. Pocos logran cumplir esos sueños, y así la ciudad va engrosando el número de delincuentes, camareros, estrellas del porno y, en general, tipos deprimidos que ya nunca levantarán cabeza. Nunca sabemos, dados los antecedentes narrativos de Frey, qué historias son reales y cuáles son inventadas. Pero sospecho que detrás hay un exhaustivo trabajo de investigación y que también se ha alimentado de anécdotas contadas por amigos suyos, de noticias capturadas en la prensa, de vistazos aquí y allá. Para mí, lo que ha hecho Frey es más que interesante: trata de contarnos cómo vive y respira una ciudad, cómo es su pasado y cómo es su presente. Alterna los capítulos breves de las estadísticas con los capítulos a menudo más extensos de esas historias en las que se recrea la vida de varios personajes: nos habla, pues, de la ciudad en sí y de quienes la habitan. Yo he disfrutado. Abajo he puesto un fragmento.