martes, agosto 04, 2009

Mortis morte

Mi abuela tenía un libro de poemas
verde de anillas que olía a ella, a esa casa
que tripuló con tantas vidas a su cargo,
esta mañana murió
y lo único que me ha hecho llorar
ha sido encontrar ese poema
que escribió el día que decidí nacer
ignorante de la gente que afuera me esperaba,
y allí estaba ella, más madre que nadie
siendo testigo de que unos entran y otros salen,
y hoy con este calor apenas podré teorizar
acerca de los motivos
que nos hacen estar tristes
cuando alguien decide marchar.




Lucas Rodríguez Luis, Samsara (Deambulación)