viernes, agosto 14, 2009

Limpiador

Un informe de Symantec asegura que el correo basura o spam sigue aumentando. Lo he leído en la prensa. Según parece, el spam ocupa el noventa por ciento del total de los correos electrónicos que recibimos. Yo no uso Symantec, sino otro antivirus gratuito que me va muy bien y se actualiza a diario: el Avira Antivir. Me lo descubrió un colega y lo cierto es que detecta los virus y los troyanos en cuanto aparecen. Yo cada vez tengo menos correo basura. Muy poco. Y no es por el Avira, que no los quita, ni por los controladores de correo de mis buzones de entrada, sino por el CCleaner. Es un limpiador gratuito que mucha gente utiliza. Pero conlleva su disciplina, por supuesto. Para evitar el spam diario se necesita pasarle una vez al día el CCleaner. Sé que es una servidumbre, pero la suciedad de los ordenadores es una cuestión de higiene y mantenimiento. Tenemos que lavarles los dientes todos los días. Esto es, pasarle esta herramienta. Y, de vez en cuando, algún buscador de espías. Y tener alerta, siempre, el antivirus de rigor. A algunas personas esto quizá les parezca obvio, pero otras me agradecen estos consejos. Porque, por lo general, la gente no limpia y mantiene su ordenador como debería. Y por eso casca rápido, se ralentiza, da problemas, se cuelga y no permite una navegación fluida y correcta. El limpiador al que hago referencia quita archivos temporales de internet, cookies, el historial de navegación, extensiones de archivo inválidas, errores de registro, etcétera. Es decir, y para que me entiendan: nos libra de la mierda, de los lastres. Se lo he recomendado a unos cuantos colegas y parece que les va bien. La primera vez que uno lo pasa, como el que pasa el “Pronto” y el paño, tarda unos cuantos minutos en buscar y registrar la basura. No es raro si aparecen cincuenta o cien megas o quizá más, que sobraban. Si se pasa una vez al día, apenas tardas unos segundos en completar la operación.
Últimamente me dicen muchos amigos la misma frase, cuando les aconsejo sobre su ordenador o voy a limpiarlo a sus domicilios: “Quién te iba a decir a ti, hace años, que ibas a entender de informática”. Algunos añaden: “Quién nos iba a decir que fueras tú, que no sabía absolutamente nada del tema, quien nos arreglara los ordenadores”. Yo les digo que tienen razón. Cuando empezaba a manejar mi primer ordenador, mi solución para cualquier problema era bajar a la cabina de teléfono (no teníamos móvil ni fijo) de la Plaza del Cuartel Viejo y llamar por teléfono a los amigos, a ver si me podían solucionar la avería.
Tengan en cuenta que el ordenador es parecido a un coche: debemos revisarlo, mantenerlo, controlarlo. Sólo que el ordenador requiere cuidados diarios. Con el coche no hace falta que compruebes el aceite cada mañana. Luego los amigos que vivían más cerca y que controlaban del tema se mudaron y me quedé en bragas. Mi siguiente paso, tras cada avería, fue llevarlo al técnico. Pero siempre es mejor prevenir que curar, y en las curas, además, te gastas una pasta. Me tocó partir de cero y arreglármelas por mi cuenta. No fue fácil. Y aún me queda mucho por aprender. Creo que, en cuestiones informáticas, uno siempre está aprendiendo. Ahora el ordenador ya no se me estropea con la frecuencia de antaño. El secreto está en una buena limpieza. Esto es lo mismo que diría un dentista con los consejos de higiene. El limpiador no me libra al cien por cien del correo basura, pero casi. Me ahorra tiempo porque se tarda más en eliminar el spam que en activar esta herramienta y usarla.