jueves, julio 30, 2009

Otro domingo

Frente a la certeza
de que tarde o temprano
todo acaba, me salvan
esos largos paseos por el río,

salir a comer por el barrio
a esas horas en las que el silencio
es el refugio de otro domingo.

Y tú –ligeramente bebida–
diciéndome que cualquier
día de estos me llevarás
de viaje a Budapest.


Pablo Casares, Días prestados