He vuelto a ver, años después, la primera película dirigida por Clint Eastwood en la que una mujer fanática se obsesiona con un locutor de radio y empieza a acosarlo. Real como la vida misma porque solemos leer noticias al respecto, sobre chiflados/as que aman y odian a quienes veneran. El filme es angustioso y fue la semilla de Atracción fatal. Aunque yo sigo prefiriendo éste, Play Misty for Me, de Eastwood.
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