lunes, junio 08, 2009

Quinquis dels 80, de Varios Autores


Si el cine de quinquis nos ofrece una codificación de género a la que se remiten directa o indirectamente todas las manifestaciones posteriores, por su parte el discuso literario combina este referente con la tradición novelística para presentar una visión dual de la misma circunstancia. Uno de los principales testimonios textuales de la delincuencia de principios de los ochenta se encuentra en el volumen de David González El demonio te coma las orejas. El libro, autobiográfico, recoge la edición completa de la poesía carcelaria del escritor asturiano, resultado de su estancia en distintas prisiones de resultas de un atraco a mano armada a una entidad cultural. Como sucede con otras obras del autor, el formato lírico se combina con el relato breve y el apunte en prosa, con un estilo en que la escuela del realismo cruel se da la mano con la autoficción.
Uno de los aspectos distintivos del libro, señalado en el prólogo por José Ángel Barrueco, es la relación intertextual con la música como banda sonora de su época. Se trata de "la misma música que emplearía David si fuera el director de un remake imposible de Los últimos golpes del Torete (...), la más adecuada en las prisiones españolas (...), que incluye a Tony El Gitano, Camarón de la Isla y los Chichos". En efecto, cada seccionon de la obra viene introducida por la cita de una canción, que certifica que la temática descrita tiene un arraigo popular bien diferenciado de lo puramente libresco.
Eloy Fernández Porta.