Plano de CHICOLINI [Chico Marx] y TRENTINO [Louis Calhern]. TRENTINO sentándose.
TRENTINO. – (Agitando un dedo). Quiero un informe completo de su investigación.
Vemos por un momento a PINKY [Harpo Marx] a la derecha de la imagen.
CHICOLINI. – Está bien, te lo daré. El lunes estuvimos vigilando la casa, pero no salió en todo el día, no estuvo en casa. El martes fuimos al juego de pelota, pero nos dio un plantón, no se dejó ver el pelo por allí. El miércoles fue él al juego de pelota, pero nosotros le dimos plantón, no nos dejamos ver el pelo por allí. El jueves fue un doble plantón, ninguno apareció. El viernes estuvo lloviendo todo el día, por lo tanto no hubo juego de pelota, estuvimos en casa escuchando la radio.
(…)
TRENTINO. – Bueno, ¿podrían decirme qué sucedió realmente el sábado?
CHICOLINI. – Me gusta que me pregunte eso. Estuvimos siguiéndole hasta un parador y allí, vimos cómo se encontraba con una mujer casada.
TRENTINO. – ¿Una mujer casada?
CHICOLINI. – Sí, creo que era su esposa.
TRENTINO. – Pero si Firefly no está casado.
CHICOLINI. – ¿No?
TRENTINO. – No.
CHICOLINI. – ¿Sabe lo que pienso entonces, jefe?
TRETINO. – ¿Qué?
CHICOLINI. – Que estuvimos siguiendo al hombre equivocado.
TRENTINO. – (Agitando un dedo). Quiero un informe completo de su investigación.
Vemos por un momento a PINKY [Harpo Marx] a la derecha de la imagen.
CHICOLINI. – Está bien, te lo daré. El lunes estuvimos vigilando la casa, pero no salió en todo el día, no estuvo en casa. El martes fuimos al juego de pelota, pero nos dio un plantón, no se dejó ver el pelo por allí. El miércoles fue él al juego de pelota, pero nosotros le dimos plantón, no nos dejamos ver el pelo por allí. El jueves fue un doble plantón, ninguno apareció. El viernes estuvo lloviendo todo el día, por lo tanto no hubo juego de pelota, estuvimos en casa escuchando la radio.
(…)
TRENTINO. – Bueno, ¿podrían decirme qué sucedió realmente el sábado?
CHICOLINI. – Me gusta que me pregunte eso. Estuvimos siguiéndole hasta un parador y allí, vimos cómo se encontraba con una mujer casada.
TRENTINO. – ¿Una mujer casada?
CHICOLINI. – Sí, creo que era su esposa.
TRENTINO. – Pero si Firefly no está casado.
CHICOLINI. – ¿No?
TRENTINO. – No.
CHICOLINI. – ¿Sabe lo que pienso entonces, jefe?
TRETINO. – ¿Qué?
CHICOLINI. – Que estuvimos siguiendo al hombre equivocado.