Este librito de apenas 100 páginas es todo un descubrimiento. No se trata de una guía al uso. Su autor, nacido en Venecia en el 63, nos introduce en los canales y plazas de la ciudad mediante un recorrido por las sensaciones que nos ofrece (Voy a describir lo que le ocurre a tu cuerpo en Venecia, empezando por los pies): a través de las Piernas, Corazón, Manos, Ojos, Nariz... (son los títulos de los capítulos) nos apasionamos con ese lugar acuático que yo, al menos, todavía no conozco, y que hiere con su belleza a sus habitantes. Se juntan anécdotas, noticias, historia y literatura en el mismo texto. Un fragmento:
Sobre el mapa, el puente que la une a tierra firme tiene aspecto de sedal: parece como si Venecia hubiera mordido el anzuelo. Está atada con doble hilo: vías de acero y recta de asfalto; pero esto ocurrió después, hará cosa de cien años. Temimos que un día Venecia cambiara de idea y volviera a marcharse, la sujetamos a la laguna para que no se le ocurriera zarpar otra vez e irse lejos, quizá para siempre. A los demás les decimos que lo hicimos para protegerla, porque después de tantos años amarrada, ya no está acostumbrada a nadar, la capturarían enseguida, seguramente terminaría en algún ballenero japonés o exhibida en un acuario de Disneylandia. La verdad es que ya no podemos vivir sin ella. Somos celosos. Incluso sádicos y violentos cuando se trata de retener a quien amamos. Hemos hecho cosas peores que atarla a tierra firme: literalmente, la hemos clavado al fondo del mar.