1. Zombi. Guía de supervivencia está escrito como un manual o ensayo de ficción. Su lectura no dista mucho de, por ejemplo, ver las películas Amanecer de los muertos, Cloverfield (Monstruoso) o [REC]. Una vez que aceptamos el juego, es difícil soltar el libro. Y Max Brooks (hijo de Mel Brooks y Anne Bancroft, como ya apuntamos hace unos días) se encarga sabiamente de apasionarnos.
2. Para ello emplea, primero, la narración fragmentaria. Muchos capítulos, muchos fragmentos breves precedidos de título, enumeraciones, distintos tipos de letra, viñetas, símbolos, negritas y cursivas y numerosos dibujos. Y, segundo, exhaustivos conocimientos y documentación acerca de la superviencia y lo que necesitamos para arrastrarnos con vida por un paisaje apocalíptico: el peso y precisión de las armas, las clases de refugios, el equipaje de mochila que un hombre puede soportar mientras camina por desiertos o bosques...
3. De tal modo que el libro se convierte en un auténtico manual de supervivencia en el que lo de menos son los zombis, una guía necesaria si el planeta se fuera al carajo y nos viéramos obligados a desplazarnos y buscar alimentos y lugares seguros, y que en algunos momentos recuerda a libros y filmes donde el ser humano lucha por abrirse camino en un mundo devastado (Mad Max 2, 28 días después, Waterworld, La carretera...)
4. Aparte de los consejos de lucha, la descripción de los zombis fruto del vudú y los detalles sobre el canibalismo y la putrefacción, al final se incluyen casos documentados de ataques a través de la historia. Algunos pasajes son espeluznantes y en otros hay cierto humor sutil.
5. Días atrás escribí que el segundo libro de Brooks no me interesaba (Guerra Mundial Z), pero éste me ha gustado tanto que iré a comprarlo en breve. En suma, una obra que todo aficionado al género (terror / fantástico) no debería perderse.