Ari es una chica con mala suerte: el mismo día la despiden del trabajo y la abandona su novio, que quiere casarse con otra. Esa misma noche, embriagándose en solitario, Ari conoce a un tipo rubio, un príncipe azul que le consigue un nuevo trabajo y se convierte en su nuevo (y misterioso) novio. En la empresa conversa con otras mujeres sobre el sexo y las relaciones de pareja. Pero esto no es un cuento de hadas ni un relato romántico porque estamos hablando de Miguel Ángel Martín, a quien le gustan las historias sórdidas y los personajes oscuros. Así, deja pistas para que el lector vaya oliéndose que el príncipe azul esconde a un auténtico cabrón, con mayúsculas. Os aseguro que, en cuanto uno empieza esta novela gráfica, ya no puede abandonarla. Es algo así como Friends, pero con más mala leche. O como el cine indie que retrata los escarceos sexuales de un grupo de jóvenes. Buenos dibujos, magnífico guión, secuencias a la manera cinematográfica, y todo a ritmo de Where the Streets Have No Name. El prólogo es de Hernán Migoya. Os dejo con una página, aunque mal escaneada:
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