Vamos a comprar un kebab al establecimiento de siempre. Pido alto y claro, hablando en mayúsculas, por así decirlo: “Dos kebab dobles de cordero con queso”. El hombre me sirve lo siguiente: Dos kebab sencillos de pollo sin queso. Con este tipo de pijadas y malentendidos, tan frecuentes en Madrid, no es de extrañar que un ciudadano corriente se pueda convertir en D-Fens (sí, el de “Falling Down”).
Hace 11 horas