Se cumple estos días el aniversario del vinilo de Michael Jackson, “Thriller”. Aún es el disco más vendido de la historia, lo cual para mí no significa nada. También “Titanic” es la película más taquillera de todos los tiempos y eso no supone que sea la mejor, ni siquiera la metería entre las cincuenta mejores de la historia, aunque en su día lo pasé bien en el cine. Aprovechando el juego que los aniversarios dan, y que se traduce en reediciones y en refritos del mismo producto para que nosotros consumamos, ha salido una edición especial de este disco. La he escuchado, y me alegra que incorpore un corte con la voz de Vincent Price. Pero, aunque me gustan muchas canciones de Jackson, este disco en concreto sigue sin entusiasmarme. No sabría definir el porqué. No me gusta, simplemente, salvando un par de temas, entre ellos el que da título al álbum y cuyo videoclip es una joya. Creo que es un trabajo demasiado discotequero y ochentero. Prefiero incluso “Off the Wall”. Y me quedo con “Bad” y “Dangerous”. A mi juicio, incluyen temas más potentes: “Smooth Criminal”, “Man in the Mirror”, “Black or White”, o el propio “Bad”, por mencionar unos cuantos. He aprovechado para escuchar en su totalidad el de “History”, del que conocía un buen puñado de temas, pero que en su día me negué a oír por una razón: en aquel entonces Jackson, en el colmo de sus rarezas y extravagancias, protagonizó un vídeo muy megalómano, imperialista y con un tufillo fascista, y muchos le dimos la espalda.
Otro de los trabajos que estuve escuchando esta semana sólo se puede conseguir mediante los programas de intercambio de archivos. Es un disco no oficial, grabado por algún tipo que se curró incluso una portada y una contraportada, como si en efecto fuese un producto de venta. Me refiero a “Tom Waits, Nick Cave and Friends”. A pesar del título, Waits y Cave no cantan juntos ningún tema. Se trata de una especie de recopilación de canciones en las que cada uno de ellos canta con otros solistas. Waits con Bruce Springsteen, y con Elvis Costello, y con Gavin Bryars, entre otros. Cave con PJ Harvey, con Shane McGowan, con Anita Lane… Pero el tema que me ha flipado es el que cantan a dúo Cave y Kylie Minogue, “Where the Wild Roses Grow”, incluido en el álbum “Murder Ballads”. No lo conocía. Minogue no me agrada como vocalista, pero al lado de la voz cavernosa y siniestra de Cave logra un sabroso equilibrio. Cualquier canción que Waits y Cave canten o escriban vale la pena, aunque aún no he escuchado todos sus discos. Aconsejo hacerse con las bandas sonoras de Nick Cave, especialmente con “The Proposition” y “El asesinato de Jesse James”.
El otro cd que quise escuchar durante esta semana, pero cuya distribución se retrasó por causas ajenas a la banda, es el primer disco oficial de Vetusta Morla. A estas alturas, mientras escribo este texto (viernes por la mañana), me parece que por fin está a la venta, al menos en Fnac. Cuando estas líneas se publiquen supongo que ya lo tendré y lo habré escuchado varias veces. Es un resumen de sus años de trabajo en el territorio de la música independiente madrileña. Es uno de esos discos que hay que comprar. Y eso es lo que haré. Es gente joven y con talento y necesita el respaldo y el apoyo. Es decir, no estamos hablando de músicos montados en el dólar, ni de gente sobrada. Y por eso lo compraré. Y porque lo merecen. Y porque, quizá en un futuro no muy lejano, la música sólo se venda en internet y el disco como objeto ya no exista, pero tendré la obra de tipos como los Vetusta Morla. Para abrir boca, colgaron en MySpace el disco al completo. Escuché algunos temas, muy buenos.