Se suele considerar a los yonquis como la peor basura de la sociedad, pero eso no es justo. El yonqui auténtico tendría que ser ensalzado por atreverse a mandar a tomar por el culo a toda esa mierda de ciudad, por hacer su vida en medio de tanto riesgo, de tantos trapicheos y chanchullos, dando siempre la cara.
Jim Carroll, Diario de un rebelde