He pasado el fin de semana en una casa rural. Sin ordenadores ni conexión a internet. Por eso no he podido actualizar el blog ni revisar el correo. Anoche, al llegar a casa, por misteriosas razones internet tampoco funcionaba; y lo mismo me está ocurriendo esta mañana. A pesar de estos inconvenientes, quedan los amigos (David, Vicente, Alfonso, etc), que no olvidan a uno y le mencionan por la causa que sea. A todos ellos, y a los que se me pasen por alto ya que consigo entrar en la red a ratos, mi gratitud.
A lo largo de la mañana, si puedo, trataré de ponerme al día y responder a los correos. Mientras tanto, celebremos la aparición de La venganza del inca con los marcapáginas (sobre estas líneas hay uno de ellos), con los poemas e información de este apetecible libro que David González ha colgado en Yo no quiero ir al cielo y El amigo de lo adverso. A disfrutar, pues.