lunes, octubre 01, 2007

Prólogos para Resaca / Hank Over


Agua bendita y esperma, de Patxi Irurzun. Cuelgo un fragmento:
El caso es que yo me sentía especial por haber descubierto hacía dos o tres años a aquel escritor irreverente, maldito, follador y bebedor insaciable… No importaba que lo hubiera hecho en una edición de La senda del perdedor del Círculo de Lectores (que era cualquier cosa menos minoritario o exclusivo), ni que después, cuando buscara en la biblioteca otros títulos de Bukowski sus fichas aparecieran en el cajón sobadas, amarillentas, pegajosas, casi como —hablando de pajilleros— las páginas de esas revistas guarras que circulaban de mano en mano en los colegios de curas.
Todo el mundo, en realidad, manoseaba los libros de Bukowski, aunque fuera clandestinamente. Y nadie se quedaba indiferente. En mi caso, lector voraz y escritor incipiente, fue una auténtica revelación. Como pasar de escuchar Parchís a los Sex Pistols.
—¿Pero se puede escribir así?— me preguntaba—. ¿Se puede hablar del sexo, del alcohol o de cómo se nos mueven las tripas con esa naturalidad? ¿Se puede sacar con la literatura toda esa mierda que llevamos dentro, o contar cómo nos estriñe hasta volvernos locos? ¿Se puede, además, hacerlo de ese modo, tan divertido, tan directo, como un gancho a todo lo establecido?
Prólogo completo: aquí.

Visiones de Hank, de Vicente Muñoz Álvarez. Cuelgo un fragmento:
Autores más y menos conocidos ( algunos casi inéditos ) y un magistral Raúl Núñez ( al que David G, siempre presente, convocó desde el lado oscuro ) poniendo la guinda al pastel, lanzamos desde aquí reunidos un guiño al bueno de Hank y os invitamos ahora a todos a compartir esta fiesta.
La mayoría de las líneas temáticas de la obra bukowskiana ( que por otra parte son relativamente reiterativas y escasas, todo hay que decirlo ) han sido aquí de un modo u otro desarrolladas: las mujeres y el sexo, la violencia doméstica, la filosofía de bar, el hipódromo, las peleas callejeras, los trabajos mal pagados, la locura y la muerte y, por supuesto, las resacas y las borracheras, inevitables, claro, en cualquier homenaje a Henry Chinaski.
Ahora bien ( y este es un factor importante ), cada autor lo ha hecho desde su visión personal, su estilo y punto de vista, que en algunos casos no es, digamos, muy bukowskiano. Todos los aquí congregados tenemos por una u otra razón una deuda con Hank, pero cada cual la ha interpretado y saldado a su modo, a veces incluso poco condescendiente con el pretendido estilo Bukowski.
Prólogo completo: aquí.
Dibujo de Miguel Ángel Martín.