sábado, septiembre 01, 2007

Canciones de la gran deriva, de Vicente Muñoz Álvarez

Quizá sea éste el libro de V. que más me ha gustado, de cuantos he leído hasta ahora. O quizá lo digo porque es el último que he saboreado y, por tanto, del que conservo un recuerdo más fresco. En cualquier caso, me parece una joya: está publicado en la Colección Zigurat del Ateneo Obrero de Gijón. V. logra que uno se identifique con estos poemas de desolación y batallas que uno pierde en su lucha contra el tiempo y lo que depara el futuro. A pesar de sus fracasos, jamás deja que lo engulla esa máquina de tópicos y lavados de cerebro que es la sociedad. A pesar de todo, el narrador de este poemario continúa en la brecha, dispuesto a sufrir y a sobrevivir. Por cierto: a mí me sucedió exactamente lo mismo que describe Vicente en el poema titulado Del otro lado; quien lo conozca ya sabe a qué me refiero, y ocurrió hace ya muchos años, en mi ciudad, en esa época lejana en la que tuve coche propio, un destartalado R5 rojo de segunda mano.