En este número aparece mi entrevista a Oscar Esquivias, autor de la novela Inquietud en el Paraíso, y la entrevista de Julio Valdeón a Eduardo Lago, autor de la novela Llámame Brooklyn.
Además, incluye la Encuesta a Escritores "¿Ha muerto la novela?" Nos hacen tres preguntas. Si uno echa un vistazo a la encuesta, comprobará que todos estamos de acuerdo en el primer punto, pero hay opiniones dispares en el tercero. Con el permiso del dire, voy a colgar aquí la parte que me toca:
-¿Ha muerto la novela?
No, no ha muerto. Quizá sólo esté algo cansada, pero nada más. O tal vez en proceso de cambio, lo cual no supone su defunción.
-¿Hacia donde camina la narrativa?
Es posible que camine despacio hacia otras formas, hacia soluciones poco explotadas, donde los géneros se solapen.Por ejemplo, lo mejor que he leído en los últimos meses son las novelas de Jonathan Safran Foer, capaz de darnos un sólido relato que aúne Historia, ficción, imagen, juegos visuales, narración clásica y narración moderna, memoria del autor. Pero la novela de siempre perdura. Ahí están, para demostrarlo, los clásicos de aventuras o de terror que la gente continúa leyendo.
-¿Dejaría que UNA de sus obras se pudiera leer completa y gratuitamente a través de Internet?
Sí. De hecho, en mi blog Escrito en el viento hay colgada una novela corta que publiqué hace unos años, en el periódico y en varias entregas. Sólo puede leerse descargándola de forma gratuita. Pero esto debe ser la excepción, y no la norma. Yo he descubierto a autores poco conocidos gracias a que colgaron en la red sus cuentos o sus novelas o sus poemas. En este sentido, pues, me parece beneficioso. Además, las obras colgadas en Internet no deben ser demasiado extensas, porque de lo contrario se corre el peligro de que el lector se canse y abandone la lectura, o de que la imprima y al final no la lea nunca. Por mi parte, sigo prefiriendo el libro como tal: con sus lomos, sus páginas y la posibilidad de tocarlo y olerlo.