Han transcurrido veinte años, pero a los mosqueteros no se les pasan las ganas de aventura. Sólo se acentúan sus defectos y sus virtudes.
D'Artagnan es aún más ingenioso e intrépido. Athos, más noble y afectuoso. Porthos, más grandullón e ingenuo. Aramis, más ácido y sutil. Hay nuevos enemigos y tramas de mayor complejidad que en la novela precedente.
Es un volumen, este de Ediciones Cátedra, imprescindible. Incluye, entre sus páginas, las ilustraciones de Maurice Leloir y R. de La Nézière. Y su lectura, qué duda cabe, te devuelve a la infancia y a la adolescencia.