una buena vida
en tu último libro escribiste:
En términos generales
ha sido una buena vida.
pero no lo fue tanto, hermano
te dejaron a deber
el pago de tus sacrificios
por la poesía
podrían haberte convertido
en uno de esos reyes de las letras
sobrados de publicaciones
y de prebendas y de pagos
ahíto de banquetes
y satisfecho en
las entrevistas
uno de esos rostros abotargados
que se dedican ahora a participar
en comités que premian obras
pactadas de amigos íntimos
uno de esos tipos cuya bibliografía
en curso se ha estancado
porque prefieren comer
bien y colocar el cazo
en el que caigan las monedas
pero no:
lo tuyo fue la molicie
y el desamparo
y el ninguneo
esos dos versos,
al menos,
les demuestran
cómo eras:
un hombre
agradecido,
ya al final de su camino,
un hombre solitario
un poeta en pos de la verdad
aunque arda en llamas
durante su epopeya.
**
rastros de Thomas Bernhard en Salzburgo
una calle con su nombre:
Thomas-Bernhard-Straße
una placa en la fachada
de un teatro: Landestheater
ni siquiera
después
de muerto
fue profeta
en su tierra
los francotiradores literarios
suelen morder el polvo:
si no es en vida,
los triturarán
de manera
póstuma.
**
noches de covid
el covid: allá fuera
la noche: mustia, silenciosa
los niños: dormidos
sin voces
sin motores de coches
sin trifulcas callejeras
un silencio tenso
casi doloroso
apocalíptico
y yo en la cama
sin poder dormir
con miedo a enfermar
con temor a morir
con pánico a perderlos
contando los días que faltan
para saber si estaré infectado
o si lo estarán ellos
tratando de recordar
alguna oración por si,
al decirla,
sirviera de algo
de una pausa
de un milagro
de un aplazamiento
qué poco se tarda
en suplicar por ti mismo
y por los tuyos
cuando los pellejos
están en juego.
***
La entrevista para La Opinión de Zamora: aquí.