sábado, septiembre 22, 2018

Todo oscuro, sin estrellas, de Stephen King



Dos notas, que probablemente ya he comentado en este blog algunas veces:

1. Tengo todos los libros de Stephen King que se han traducido en España porque empecé a comprarlos de niño (o me los regalaban) y se ha convertido ya en una especie de hábito o tradición de coleccionista. No significa que los haya leído todos. Incluso Cujo, que es el primero que tuve, aún no lo he leído.
2. Suelo clasificar sus libros de una manera un tanto simple, pero certera: libros buenos, malos y regulares. A veces los buenos son muy buenos (caso de It, Misery, Cementerio de animales, La larga marcha o El misterio de Salem's Lot, que son algunos de mis favoritos). Aunque sean malos, los termino siempre.

Todo oscuro, sin estrellas es, para mí, de los buenos. Ojo, no tan bueno como, por ejemplo, Todo es eventual (uno de sus mejores libros de relatos), pero me parece un conjunto bastante digno, aunque en realidad no sean cuentos o relatos, sino historias tan largas que podríamos considerarlas novelas cortas.

Son 4 y el libro tiene algo más de 400 páginas: de ahí que diga que, para mí, son novelas cortas. En todas ellas hay hombres malos, hombres cabrones, psicópatas, tipos que no dudan en hacer daño a las mujeres. Y ellas (si salvan el pellejo) tienen que arreglárselas para esquivarlos y eliminarlos de su camino.

En "1922" hay un padre de familia que nunca llega a un acuerdo con su mujer y acaba asesinándola, con la complicidad de su hijo. En "Camionero grande", una escritora de éxito se topa en una carretera poco transitada con un tipo gigantón que la secuestra y la viola. En "Una extensión justa", un individuo enfermo de cáncer hace una especie de pacto con el diablo que exige (si quiere alargar sus años de vida) una contrapartida negativa, es decir, que tiene que hacerle una putada a alguien si quiere deshacer la putada que le han hecho a usted, le indica la especie de diablo con el que hace el trato, de tal manera que su mejor amigo va ir reuniendo años de mala suerte y tragedias mientras el otrora enfermo de cáncer va recopilando vientos favorables: es el más breve y quizá, por la mala leche que destila, el mejor del recopilatorio. Y por último está "Un buen matrimonio", donde una mujer descubre, tras muchos años de convivencia mutua y tiempos felices, que su marido es un asesino en serie…

Como dice King en el epílogo, lo que a él le interesan son las personas normales metidas en circunstancias extraordinarias: cómo resuelven una situación extrema una escritora, un ama de casa, un enfermo o un granjero.


[Plaza & Janés. Traducción de José Óscar Hernández Sendín]