miércoles, marzo 21, 2018

George Orwell fue amigo mío, de Adam Johnson



Adam Johnson recibió el National Book Award por este conjunto de relatos, seis en total, y todos ellos de una calidad muy alta. Dos, en concreto, son demoledores: "Nirvana", en el que un hombre narra lo que le ocurre a su mujer (parálisis, se supone que temporal) en un tiempo en el que él ha inventado una especie de proyección del presidente porque en su trabajo se dedica a programar y crea a un gobernante con el que conversar para que nos proporcione consuelo; y "Datos interesantes", cuya narradora es una madre que ha enfermado de cáncer, y que va recopilando muchos datos de diversos temas y que suelta sentencias dolorosas (Pero a veces tienes el cerebro embotado por la quimio y andas así así de equilibrio, y las uñas te pican una barbaridad y no quieres hablar con nadie. Preparos para eso).

En cada relato, Adam Johnson cambia de tema y de tiempo y sorprende al lector con sus giros. Del primero, de corte más o menos futurista, salta a "Huracanes anónimos", ambientado en Nueva Orleans después del Katrina, o a Berlín, donde un hombre que trabajó para la Stasi descubre cómo el pasado regresa para recordarle un régimen de torturas y de vejaciones. Aquí va un fragmento del primer relato:

¿Se puede contar una historia que no empieza, sino que de pronto está sucediendo? La mujer a la que amas pilla la gripe. Nota un cosquilleo en los dedos, insensibilidad en las piernas. Pronto no puede sostener una taza de café. Lo que finalmente la lleva al hospital es que necesita hacer pipí, se muere de ganas; pero la parálisis ha empezado y la vejiga ya no oye al cerebro. Después de que un médico de urgencias le coloque un catéter de Foley, aprendes varios conceptos nuevos, como axón, arreflexia o polineuropatía periférica ascendente.
Charlotte dice que está llena de "ruido", que hay una "tormenta" en su interior.


[Seix Barral. Traducción de Carles Andreu]