martes, septiembre 20, 2016

Leyenda de un suicidio, de David Vann


Cuando se publicó este libro, causó sensación en varios países. Está formado por cinco relatos ("Ictiología", "Rhoda", "Una leyenda de hombres buenos", "Ketchikan" y "El azul del cielo") y una novela breve (Sukkwan Island). Pero en España amputaron el conjunto y decidieron publicar sólo la novela breve. Años después, los propios editores de Alfabia rescataron la obra original, completa. Y tiene más sentido leída en su totalidad, al completo. A mi juicio, David Vann no ha logrado superar este volumen de narraciones con sus novelas posteriores (al menos las que yo he leído).

Todas giran en torno a la relación del autor con su padre: la presencia del padre y la ausencia del padre, la búsqueda de respuestas a su suicidio, la búsqueda de las mujeres con las que se relacionó, el trato del hijo con los amantes de su madre (aquellos que sustituyeron al padre desaparecido). Pero hacia la mitad, en Sukkwan Island, el asunto varía por completo porque (SPOILER) es el hijo quien desaparece de la vida: es la historia de un padre y un hijo que deciden pasar una temporada en los bosques de Alaska, en una cabaña aislada, en contacto con la naturaleza, para estrechar los lazos de su vínculo; y esta historia es deudora de Cormac McCarthy, sobre todo de su novela Sutree. Prefiero no contar mucho más para que sea el lector quien vaya tratando de averiguar qué es lo que van sucediendo en estas narraciones en las que siempre vemos a un personaje en proceso de cambio, sea por una pérdida o por una búsqueda.

Del relato "Ketchikan":

Descubrí que los recuerdos son infinitamente más ricos que sus orígenes; regresar únicamente puede alejarnos de la propia memoria. Y como a menudo la memoria es lo único sobre lo que se construye una vida, volver a casa puede arrebatarnos exactamente eso.


[Ediciones Alfabia. Traducción de Daniel Gascón]