miércoles, junio 25, 2014

Rompiente, de Jorie Graham


¿Cómo mostrar las entrañas de este libro sin copiar íntegro uno de sus extensos, complejos, hipnóticos poemas? Llevo varios días pensando en ello, tal vez semanas. En Bartleby han modificado la edición para ajustarla a las necesidades de cada texto: el formato del libro es superior a otros volúmenes de la editorial, la página es más ancha y, no obstante, la letra es más pequeña de lo habitual. Me dijo Pepo Paz, conversando la otra tarde en la Feria del Libro de Madrid, que las primeras maquetaciones fueron rechazadas por la autora porque no se ajustaban a lo que ella quería. Y lo que ella ha querido es lo que me impide poner aquí un poema completo (para respetar su voluntad): frases kilométricas, continuos encabalgamientos, versos sometidos a un sangrado tan radical que la mayoría de ellos comienzan hacia la mitad de la página…

Luego encontré una reseña de José Ángel Cilleruelo y obtuve la respuesta para hablar de este libro: escoger versos sueltos, de aquí y de allá, que al menos den una ligera idea de los territorios en los que se mueve la autora, parajes mentales donde confluyen los "flujos de conciencia", la observación de la naturaleza, el enigma del futuro o la filosofía… He leído el libro dos veces, y pese a ello no estoy seguro de haber captado todos sus misterios, todos sus guiños y todas sus referencias. El traductor, Rubén Martín, ha conseguido un trabajo admirable, no es fácil traducir a Jorie Graham (el libro se presenta en edición bilingüe). Durante la segunda lectura me entraron ganas de escuchar la banda sonora de Stalker (la película de Andrei Tarkovski); luego supe la razón: los poemas de Rompiente, su cadencia y su extrañeza, son similares a esos planos del filme en los que vemos detritus y artefactos oxidándose bajo las aguas, en esos riachuelos que muestra Tarkovski en medio de la Zona. Copio algunos versos sueltos, que he ido cogiendo de aquí y de allá:

Lo permanente refluye. No deja / nada similar a / huellas, han sido borradas, la hierba prolifera, vida que perturba vida, y es tumulto / a nuestro alrededor, como un enclaustramiento / extremo, difuminando la sensación / del estado del / ser. El que ayer mismo existía, calmo y / cierto.

**

[…] yo no fui un fallo piensa mi humanidad, no puedo / irme a ningún sitio / que no sea este cuerpo, el después de cada instante no es más que / otro instante, respirar, respirar, / mis células se estiran, me multiplico en el rostro de / la tierra, en el / fango—[…]

**

[…] tus presos que llegan / a tu centro de detención, allí, en tus / ojos, la prisión, en la profundidad de tu pupila, el ablandamiento, tú entregando toda tu atención, / tus ojos, tu celda, tu cautela, tu control, / después de todo es tuyo, sí, lo que has atrapado, aférralo, aferra / esto, aquí no hay ley, no estás expuesto a / enjuiciamiento, mira todo lo que quieras, se retorcerá para ti, ahí, en esta luz que se alza, protegido / de las consecuencias, haciendo de ti un / fantasma, sin un grito, sin un grito la / tarde se convierte en noche, las palabras parecían serlo todo […]

**

Justo en el centro me detendré a respirar. El / futuro es una banalidad que no / saboreo, no, no hay números / aquí, es una espléndida turgencia, sin emoción, igual que en este amor no hay emoción, no, ni / memoria […]

**

[…] y también, queremos saber hacia dónde se va / todo, hacia dónde fluye, y qué está realmente / muerto y qué tan sólo se transforma, aquí, realmente, alza / la piedra, retira las hojas, humus, turba, suciedad, ah / qué húmeda, espera a que se seque un poco, la evaporación y el manotazo de sus alas […]

**

[…] agua que sostiene cielo y tiempo— / grietas en el asfalto donde hay / fugas, donde el aire es sometido, se dirige, / fluye hacia abajo, sigue las grietas, abre grietas—[…]

**

[…] nada visible en la superficie sino / el agua: el agua y / siempre la blanca y autodestructiva floración de las olas al romper, y turbación / en primer plano, y / aquí, en lo que queda de tierra, / el tintineo de cables contra astas sin bandera, marea baja, día libre […]

**

[…] sí, siempre fuimos / vulnerables a la / belleza, por qué no iba a ser / así—las maravillas del tiempo cuando pasa y las cosas crecen, y los desgarros de la muerte / cicatrizan, y llegan las flores que uno puede / mirar solo / un instante / más, asimilarlas, y la mente / se encuentra insegura otra vez […]

**

[…] Anochecer, / ¿qué es de esas traiciones, las que quedan, / y quién las llevó a cabo?, me pregunto / cuando la sensación de lo que se avecina posa los hombros en todo el horizonte, puedo verlo / aunque esté decapitado, su intención sea / confusa, los posibles resultados / inimaginables. Tienes tu imaginación, dice el anochecer. Es todo lo que / te queda, pero tiene el cuello abierto, la garganta / seccionada, no has olvidado cómo cantar, o cómo querer / cantar. Es / extraño pero aún / necesitas contar / tu historia—[…] 


[Bartleby Editores. Traducción de Rubén Martín]