viernes, junio 06, 2014

El olor a sangre humana no se me quita de los ojos. Conversaciones con Francis Bacon, de Franck Maubert


Hace tiempo Álex Portero me recomendó este libro; también Salva Rubio, en su blog, aconsejó su lectura. Aquel día no pude comprármelo, pero la recomendación no cayó en saco roto. Lo pillé hace poco y, aunque ronda sólo las 100 páginas, es una delicia. Bacon me interesa más como personaje que como pintor. Me interesa más leer/escuchar lo que dijo que escudriñar su obra por la red o en los libros. Se puede considerar este pequeño volumen como un manual de aproximación a su pensamiento, e incluye un par de ensayos cortos del autor. El título, que se supone que proviene de un verso de Esquilo, es espléndido. Destaco el humor de Bacon, que admite que "es mejor reírse de todo", y muchas de sus sentencias (Pintar es la búsqueda de la verdad). Os dejo con algunas notas:

Los grandes poetas son unos formidables activadores de imágenes. Sus palabras me resultan indispensables, me estimulan, me abren las puertas del imaginario.

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La fe no es más que un fantasma y la religión solamente es útil para los políticos: una manera de disciplinar a la gente.

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La creación es una necesidad absoluta que borra todo lo demás. Yo no pensaba ganarme la vida con la pintura, sólo quería explicarme a mí mismo. La creación es como el amor, no puedes hacer nada contra ella. Es una necesidad, eso es. En el momento no sabes muy bien cómo llegan las cosas. Lo importante es que llegan. Para uno mismo, y ya está. Después siempre puede divertirse uno buscando explicaciones…

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Cuando conocí a Allen Ginsberg le propuse bebernos una botella de champán y me respondió con esta frase maravillosa: "¡No vamos a beber champán en un país pobre!".

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Cuando uno envejece se vuelve tan espantoso que hay que compensarlo con la ropa. La ropa ayuda. El dinero sirve para tener una vida menos imposible.

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Me gustan las heridas, los accidentes, las enfermedades, todo aquello donde la realidad abandona sus fantasmas…

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¿Puede imaginar la vida sin literatura? ¿Sin los libros? Son una fuente fabulosa, un pozo para la imaginación.


[Acantilado. Traducción de F. G. F. Corugedo]