A partir de aquellas lecturas, me interesé por la composición de haikus y la lectura de todo lo que tuviera que ver con ellos. Escribí un texto –“Una pura actualidad del siempre”, que cierra este libro, y en el que están reflejados los estudios y los artículos que leí en aquella época con mis propias reflexiones. Comencé a escribir haikus para desarrollar mi percepción de las diferencias entre las estaciones, los cambios de luz y color, la distinta apariencia de bosques y montes según la época del año o la hora del día… Y estoy segura de que gracias a los haikus viví aquel tiempo con mayor profundidad y sutileza.
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La primavera:
sus cielos prometiendo
todos los viajes.
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Dice él en un
recodo de mi cuello:
hueles a viento.
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La contraseña
para entrar en la lluvia
es el silencio.
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Soy esa niña
que quiere dar cobijo
a cada perro.
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Mi trabajo es:
celebrar la vida,
condenar el mundo.