domingo, enero 29, 2012

Toda una vida, de Jan Zabrana


El escritor checo Jan Zabrana mantuvo durante gran parte de su vida un diario que alcanza las 1.100 páginas. Patrik Ourednik (de quien recomendé Europeana) hizo una especie de criba para quedarse con lo mejor y ofrecerlo en una edición a su cargo. Toda una vida se centra en los años 70 y es un compendio exquisito de sentencias, observaciones, aforismos y anécdotas. Algunas de esas notas:

Una persona es madura, entre otras cosas, cuando un buen día es capaz de asumir su fracaso, su derrota, la muerte de sus sueños, sus nadanadanada, aún en vida, aún en esta vida.

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Uno seguramente deja de tener miedo a la muerte cuando mueren aquellos a los que quería más que a sí mismo.

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A medida que envejezco empiezo a estar cada vez más indignado con la vida. Lo cual puede ser una buena preparación para la muerte. Estar cada vez más cabreado con la vida como tal, con la de uno mismo, con uno mismo, todo eso significa aprender a morir. Y aprender a morir, como decían los antiguos, es la verdadera tarea de un filósofo. Vaya, ni siquiera he tenido que estudiarlo en la universidad.

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Incluso a la hora de la muerte se puede tener sensación de felicidad: ya no habrá que trabajar.


[Traducción de Fernando de Valenzuela Villaverde]