Basta un vistazo a la relación de autores de los que Daria Galateria habla para saber que el libro merece la pena. Cada capítulo es un breve e interesante recorrido por los oficios que ha desempeñado tal o cual escritor. Ya conocía los curros de algunos; de otros no sabía nada o ignoraba ciertas anécdotas. Emplazo a esa lista (abajo, en la imagen) para que al lector se le haga la boca agua.
A comienzos del siglo XX –antes de que el Estado mecenas comenzara a ofrecer a los intelectuales variadas prebendas–, los trabajos podían ser de lo más extravagantes y, a veces, rozaban lo extremo; pero casi todos, poetas y narradores, coincidían en quejarse de que la escritura era la tarea más agotadora de todas.
[Traducción de Félix Romeo]