Tom McCarthy es autor de una de las novelas más potentes que he leído en los últimos años: Residuos. También escribió este ensayo breve sobre Tintín, que supone un goce absoluto para los lectores de Hergé, entre los que me cuento: no sólo describe con detalle numerosas viñetas y situaciones de los cómics de Tintín, sino que además decodifica los códigos, analiza los subtextos y nos muestra reinterpretaciones utilizando la filosofía, el cine o los postulados de diversos ensayistas.
Hoy, que se estrena la película de Spielberg (y además acabo de releer la obra completa de las aventuras de Tintín), es un buen momento para recordar la gestación. Yo recuerdo haber leído una noticia sobre esta adaptación en un número de Fotogramas del año 83 u 84. También McCarthy comenta el tema:
Cuando mandé este libro a la imprenta, estaba en ciernes un proyecto importante, una película de Steven Spielberg. Hergé conoció a Spielberg poco antes de su muerte y ambos comentaron esta posibilidad, pero las exigencias de Spielberg en materia de derechos de autor fueron tan excesivas que se desechó la idea y el director se retiró e hizo En busca del arca perdida, cuajada de escenas de tumbas exploradas y fetiches malditos y mortales. Sin embargo, parece que el proyecto vuelve a tomar cuerpo tras varias rondas de negociaciones póstumas. Será interesante ver qué orientación amorosa imprime Spielberg a su Tintín.
McCarthy, por cierto, toca el tema de las versiones apócrifas de Tintín, algo que está muy de moda en estos tiempos por el asunto Kodama-Mallo-Borges. Veamos lo que dice, partiendo de Debord:
No obstante, surgieron versiones ilegítimas de esta aventura, además de otras aventuras apócrifas. Unas pretendían ser como los libros de Tintín, otras incurrían en la práctica del détournement. Popularizado por el líder situacionista Guy Debord (teórico de la “Sociedad del espectáculo”, a quien ya hemos visto antes), el détournement consiste en apropiarse de un signo, imagen, texto u obra y reorientarlo hacia los propios fines de uno. En realidad, el mismo medio de expresión de Debord, la revista Situationist International, publicó en 1973 una versión détourné de la portada de El cangrejo de las pinzas de oro, sustituyendo la palabra “cangrejo” por la de “capital”. La obra de Hergé ha sido détourné tantas veces que una investigación a fondo del tema ocuparía un libro entero.
Y, más adelante:
Toda la literatura es pirateada. La buena literatura es constantemente expropiada, reapropiada y rehecha, tanto por los escritores como por los lectores. Todo acto de lectura es una reelaboración particular de una obra: todo el mundo tiene su propia experiencia de un libro y no hay dos iguales.
Tom McCarthy es un gran escritor. Aquí demuestra ser un ensayista de gran talento. Ojalá pronto podamos leer más obras suyas.
[Traducción de Mercedes Fernández Cuesta y Mario Grande]