Ello [se refiere a la depresión] es un grado de dolor psíquico totalmente incompatible con la vida humana tal como la conocemos. Ello es una sensación de mal radical y consumado no solo como una característica más, sino como la esencia misma de la existencia consciente. Ello es una sensación de envenenamiento que invade al ser en sus niveles más elementales. Ello es una náusea de las células y del espíritu. Ello es la preclara intuición de que el mundo es totalmente rico y animado y unitario y asimismo totalmente doloroso y maligno y contrario al ser, al que no solo deprime, sino que también lo infla y coagula y lo envuelve con sus negros pliegues y lo absorbe en su interior de modo que se alcanza una unidad casi mística con un mundo cuyos constituyentes significan daños dolorosos para el ser. Tal como Gompert describe la sensación de Ello, su carácter emocional parece ser indescriptible, salvo por una especie de doble dilema en virtud del cual cualquiera o todas las alternativas que asociamos con la acción humana –sentarse o estar de pie, hacer cosas o descansar, hablar o estar en silencio, vivir o morirse– no solo son desagradables, sino también literalmente espeluznantes.
David Foster Wallace, La broma infinita