lunes, marzo 21, 2011

Richard Yates, de Tao Lin


Razones por las que me ha gustado este libro:

1- Es una historia de amor clásica y con toques de cine indie norteamericano, una love story adaptada a los tiempos contemporáneos en los que los amantes ya no utilizan las cartas ni las postales, sino el chat, el e-mail, el blog, el sms, las llamadas de móvil… Richard Yates cuenta la relación entre un joven escritor en ciernes y una adolescente.

2- Es existencialista. De ahí las alusiones a Sartre o Beckett. Sus protagonistas repiten constantemente que están jodidos y que se quieren suicidar. A menudo no encuentran sentido a sus actos, repetitivos y rutinarios (chatear, salir a dar una vuelta, comer en locales de fast food…), y por eso desafían a la rutina robando en las tiendas y en los supermercados y en los centros comerciales. En esa rutina diaria juegan un papel decisivo las repeticiones de los nombres o avatar de los protagonistas (Dakota Fanning y Haley Joel Osment, igual que los dos actores de Hollywood, lo que está en consonancia con esas identidades ficticias que nos ponemos en los chats: “Dakota Fanning dijo…”, “Haley Joel Osment mandó un sms…”, “…dijo Dakota Fanning”, etc), y la descripción de sus acciones, algo que me ha traído a la memoria la rutina de los personajes de El encierro de las bestias, de Magnus Mills. La recreación de esa rutina agotará la paciencia de algunos lectores. Pero los protagonistas no sólo hablan por chat, como anuncian en los periódicos: también pasean, se acuestan, viajan y roban.

3- La relación entre la pareja se va deteriorando mediante engaños y mutuas acusaciones, algo que sintoniza con Revolutionary Road, la novela de Richard Yates, autor al que citan en varias ocasiones y que es utilizado como título del libro (igual que si fuera el Asunto de un e-mail: eso no lo digo yo, lo reconoce el propio Tao Lin en las entrevistas).

4- Me ha recordado en numerosos pasajes a la relación que tuve hace muchos años con una chica: los intercambios matutinos de e-mails, el chat nocturno, los sms tras cada discusión, la búsqueda de objetivos para matar la tarde, la diferencia de edad, las acusaciones mutuas… Salvo lo de los robos (porque yo robé cuando era un adolescente, pero no después), a veces me parece que Tao Lin ha reproducido una parte lejana de mi vida. Y esa es otra de las razones por las que a uno le apasiona la literatura: por su alcance universal.

5- Los lectores de las generaciones posteriores a la mía amarán esta novela, cuyo tono general no está muy alejado de lo que narraría Holden Caulfield si hubiera vivido su adolescencia en la primera década del siglo XXI. Los chavales de entre 16 y 25 años se sentirán reconocidos. Tal vez la gente más mayor no esté preparada para el impacto de este libro, el segundo que leo tras Eeeee, eee, eeee (que leí en su momento gracias a Estelle Talavera). Pero a mí, que ya tengo mis años, el libro me sigue resonando en la cabeza después de haber concluido su lectura ya hace unos días.

«Estás molesto conmigo ahora mismo, supongo.»
«Estoy cansado de reñirte.»
«Hice cosas ayer, no tienes que reñirme.»
«Vale», dijo Haley Joel Osment. «Estoy cansado de reñir a la gente.»
«Vale. Aún quieres que vaya a tu recital y a Florida.»
«Sí. Pero estoy cansado de reñirte. Actúas de un modo distinto después de que te riña. No sé. Estoy cansado de reñir. Imprímete partes de mis sermones y finge que te lo estoy diciendo cada mañana, y actuarás de un modo distinto.» Dakota Fanning dijo «Vale». «Pero hazlo antes de que yo te lo diga, hazlo en el futuro», dijo Haley Joel Osment. «Vale», dijo Dakota Fanning. «Lo cual es imposible», dijo Haley Joel Osment. «Porque te acabo de decir que lo hagas.»
Dakota Fanning dijo que tenía que empezar a prepararse para irse a trabajar con su madre.
«Puedo predecir lo que va a pasar», dijo Haley Joel Osment. «Lo he predicho antes y cada vez que te he sermoneado. Eso es malo. Eso es tan agotador. Estoy muy cansado de la gente. Ojalá alguien me sorprendiera por una vez.»
Dakota Fanning no escribía nada.
«Vale», dijo Haley Joel Osment. «Ve a prepararte.»
«Lo entiendo», dijo Dakota Fanning.


[Traducción de Julio Fuertes Tarín]