A Francoise Sagan la internaron en una clínica, en el 57, para que se recuperase de la adición al fármaco que había tomado para paliar los dolores ocasionados por un accidente de tráfico. Tóxica (editado por Ático de los Libros) es el resultado de sus anotaciones durante el período de estancia en dicho hospital. Allí se ve cercada por el insomnio, la tristeza, el agotamiento… Son breves anotaciones de un alma torturada, como ésta:
Imposible dormir. Estoy atiborrada de somníferos y no cierro ojo. Un poco el mismo efecto que cuando no se duerme en absoluto. Ni muy agradable ni lo contrario. La cabeza que da vueltas, el andar oscilante, un nudo en el estómago y ese césped verde…
Lo detesto, nunca iré a ver hierba, nunca iré a Inglaterra.
[Traducción de José Miguel González Marcén]