Los autores de éxito no deben ser nunca despreciados, pues conocen algo que los escritores sin éxito ignoran.
Stephen King no es un escritor pequeño, sus ideas son enormes y al mismo tiempo encantadoras. No es raro que sea millonario.
El barco de Arturo Pérez-Reverte es más grande que mi casa, es evidente que él sabe algo que yo no sé, un secreto que admiro y respeto.
Javier Marías me dijo una vez algo que nunca he olvidado: quien tiene una capacidad que yo no tengo merece mi admiración.
Con frecuencia un público coincide con el gusto de un autor, pero no hay autor que sea capaz de inventarse el gusto de un público.