Una de mis asignaturas pendientes es el cine de Robert Bresson, de quien no he visto sus películas o no las recuerdo (tal vez vi alguna de niño, no sería raro). Pickpocket es una gran obra, y sólo dura 75 minutos: es la historia de un carterista y de sus dudas e inquietudes y de sus métodos al sisar las carteras y la pasta de los bolsos. Esas secuencias de los métodos de robo, en blanco y negro, son magistrales. Y hay algo en el filme (y en la mirada del protagonista, Martin LaSalle, una especie de Montgomery Clift latino) que nos remite al existencialismo de Camus y Sartre.
Hace 12 horas