Ayer hablé de este libro, de su oportuna reedición. Esta cubierta es más elegante que la antigua. Define muy bien ese pasaje que comenté, con los dos protagonistas subidos en la bicicleta. A estas alturas y años después, sigue sin saberse quién era el autor. ¿Quién es Chimo? Yo aprovecharé para releerlo. Aquí se pueden descargar las primeras páginas. Inolvidable comienzo:
Se para y va y me dice:
—Ya ves que tengo cara de ángel, lo dice todo el mundo. Mira mis ojos claros y azules, darías hasta la camisa por ellos. Mira mi pelo qué rubio, mi tía dice que es como si miles de gusanos de seda hubieran cagado hilos de oro para mí.