¿Por qué “€®0$” y no “eros”? Porque este segundo término, bienaventurado sea, pertenece a una dimensión secundaria del tema que nos ocupa, y que puede ser llamada “la dimensión psicológica”, es decir, aquello que imaginamos al pensar en el amor y en los afectos. Con ser relevante, ese término nos parece menos distintivo de nuestra época, y menos pragmático, que el logo con que titulamos este libro. Sus cuatro siglas conforman la secuencia conceptual, discursiva y material que tiene lugar en las relaciones contemporáneas, ya sean pasionales o amistosas, ya sean eróticas o sólo afectuosas. Al leer el logo, esas siglas, tan conocidas, se nos aparecen como una superposición, como un solapamiento y, desde luego, como una intrusión. Esas siglas no están donde debieran. Pero su presencia intrusiva no borra la palabra original, sino que le otorga una fuerza nueva y diferente. Una fuerza solapada, que da un sentido distinto a nuestros afectos.
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