Lo primero que debemos alabar de esta guía de ensayos encargada por Errata Naturae son los dibujos interiores (y de portada) del ilustrador oficial de la editorial: David Sánchez. Ha calcado a Tony Soprano, como podemos ver: el barrigón, el puro, el reloj, los pantalones negros, la camiseta de tirantes, la calva incipiente y la mirada de pocos amigos. Los Soprano Forever contiene textos de autores españoles y norteamericanos (y de un argentino universal: el admirable Rodrigo Fresán, pues Fresán es de todas partes, por así decirlo). Todos ellos nos ofrecen las claves, casi siempre en tono filosófico, de la que para mí es la mejor serie de televisión de la historia. Y aunque suelan centrarse más en Tony que en el resto del reparto, esas claves son: el nihilismo de los mafiosos, su anclaje en la realidad (saben que no tienen glamour y que no son como los personajes de El padrino, a los que veneran, imitan y admiran), el psicoanálisis, el enigmático y extraordinario final que ha levantando polémica y especulaciones, el atractivo del protagonista (nos fascina y nos repugna al mismo tiempo), el desencanto de la épica, la pérdida de las tradiciones, la familia como eje y a la vez nido de problemas, la vulgaridad de estos gángsters de New Jersey...
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Constituye, pues, una buena aproximación a la serie. Nos descubre aspectos en los que quizá no habíamos reparado, nos da otros puntos de vista y, lo que es mejor, nos obliga a recordar ciertas escenas, ciertos capítulos, ciertos momentos gloriosos de una serie de 86 episodios que eran como 86 peliculones. Los autores del libro son: Iván de los Ríos, Fernando R. Lafuente, Ignacio Castro Rey, Noël Carroll, Peter H. Hare, Kevin L. Stoehr, Fernando Castro Flórez y Rodrigo Fresán. Y vuelvo a citar al ilustrador: David Sánchez.
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[Traducción de los textos en inglés: Irene Antón]