Reyes de la mirada y la sonrisa
de las callejas que nos vieron
tal vez descalzos caminar
de los mares en que nos zambullimos
de las bicis que nos robaron
de las caricias que no recibimos
de los cuadernos ajados los bolis
rotos las canicas irisadas
y también de los sueños que no se pueden
ni vender ni comprar pero que
a veces se olvidan
en un abrigo viejo.
Sí, hemos sido reyes y por eso
seguimos caminando
con la cabeza alta en el exilio
de nuestro dolor saciado
de nuestra edad adulta
por infinita hilera de derrotas
con este porte elegante
con nuestro espléndido manto de harapos,
porque los reyes que somos tienen reinos
tan inmensos que pueden
esconderse en la misteriosa
oquedad de una concha.
Giancarlo Cavallo, Campo de retama. 13 poetas italianos contemporáneos
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