jueves, septiembre 24, 2009

Autorretrato, de Édouard Levé


En la mesa de novedades de la Librería Fuentetaja vi este libro y me llamó la atención. No me equivoqué. De entrada, unas pinceladas sobre el autor: nacido en París en 1965, pintor y más tarde fotógrafo y escritor, Édouard Levé se suicidó a los 42 años; tres días antes, había enviado a la editorial que publicaba sus obras su último libro: Suicidio. Levé era un tipo raro, capaz de quemar cientos de sus cuadros por problemas de espacio. Sus textos son siempre autobiográficos: Todo lo que escribo es verdad, pero ¿qué más da?
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En Autorretrato nos ofrece, a lo largo de 126 páginas sin un punto y aparte (pero muy, muy amenas y contundentes), su desnudez emocional y física. Nos habla de lo que le gusta y lo que no, de sus sentimientos, de cómo es su cuerpo, de sus hábitos, de su pasado, de lo que espera, de la muerte y sus primeros intentos de suicidio, de literatura, de mujeres y familiares... El origen podríamos encontrarlo en los Me acuerdo de Joe Brainard y Georges Perec, autores a los que cita entre sus favoritos. Pero Levé va más allá: además de sus recuerdos, están sus sentimientos y sus esperanzas. Es un libro inclasificable, que se goza de la primera a la última página, y ofrece pensamientos y observaciones que revelan la auténtica semblanza de un hombre mediante el flujo de las palabras. Uno de los mejores fragmentos es éste:
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Cada vez escribo menos a boli y más a ordenador. Compraba más discos con veinte años que ahora con cuarenta. Llevo Levi’s 501 desde que tenía catorce años, la idea me la dio un tebeo de un vaquero que leí en casa de mi abuela pero tuve que esperar cuatro años para encontrar unos iguales. Me costó mucho decirle a mi madre que la quería, esperé a tener treinta y cinco años. Mi madre me dijo que me quería cuando yo tenía treinta y nueve años, o me lo dijo antes pero se me ha olvidado. Le dije a mi padre que lo quería cuando pasé por una depresión a los treinta y cinco, contemplaba el suicidio, me parecía una lástima morirme sin habérselo dicho. No le he dicho a mi hermano que lo quiero. No le dije a mi abuela que la quería. Les he dicho a cinco mujeres que las quería, cosa que era cierta en cuatro de los casos. Alguna vez he hecho el amor con una mujer pensando en otra.