Pues no, no había leído hasta ahora esta novela de Ray Bradbury. Es uno de esos clásicos que, sin que uno sepa las razones, va aplazando durante años. Ayer la leí de una sentada. Todo el mundo conoce el paño, se haya metido o no en sus páginas, así que no voy a extenderme mucho. Bradbury partió de la quema de libros por parte de los nazis y de la intrusión del televisor en los hogares para crear una distopía: un mundo futuro en donde los bomberos provocan los fuegos en vez de apagarlos, en donde los libros se han prohibido y se queman para que el hombre no aprenda ni piense por sí mismo. En este marco, Guy Montag, uno de esos bomberos, empieza a hacerse preguntas. Por ejemplo: ¿y si, en lugar de quemar un libro, lo rescata, se lo lleva y lo lee? Gran reflexión sobre el totalitarismo y el papel esencial de la literatura para preservar el saber.
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