En aquella comarcal de medianoche
(huellas de frenada en la calzada)
pensé en ti, Jayne,
en tu muerte descabellada,
tu coche empotrándose en la trasera de un camión
en la noche sin asfaltar de Lousiana
innumerables reportajes atrás
y en que, antes de que murieras,
me acosté contigo en mi pubertad,
tus pechos
en arrugadas páginas del Playboy,
duros pezones pugnando por traspasar
un ajustado bañador
como la madurez pugnando
con mi piel.
Dave Alvin, Los malos tiempos ya han quedado atrás
Hace 1 hora