Breve ensayo (en edición bilingüe y con introducción de Manuel González de la Aleja) en el que Chandler, con su habitual agudeza, analiza las novelas de crimen y misterio y detectives duros, y del que cuelgo un par de fragmentos donde comprobamos su lucidez:
.
En la actualidad abunda ese tipo de hipocresía social y emocional. Añádase una dosis generosa de presunción intelectual y se obtendrá el tono de la página de crítica literaria del periódico y del ambiente serio y fatuo que se respira en las tertulias literarias. Ésta es la gente que genera “best-sellers”, que son unos trabajos de promoción basados en una especie de atracción indirecta esnob, cuidadosamente acompañados de los certificados reglamentarios de la cofradía de los críticos, y amorosamente cultivados y regados por ciertos grupos de presión con demasiado poder cuyo negocio es la venta de libros, aunque a ellos les gustaría hacer creer que fomentan la cultura. Retrásese un poquito en sus pagos y verá lo idealistas que son.
*
Hammett escribió al principio (y casi hasta el final) para gente con una actitud agresiva y fuerte ante la vida. No tenían miedo del lado sórdido de las cosas; vivían allí. La violencia no les molestaba; estaba en su propia calle. Hammett devolvió el asesinato al tipo de gente que lo comete por algún motivo, no simplemente para proporcionar un cadáver; y que usan los medios que tienen a mano, no pistolas de duelo cinceladas, curare o peces tropicales. Puso a estas personas sobre el papel tal como eran, y les hizo hablar y pensar en el lenguaje que solían usar en esas situaciones.