Hoy, veintiocho de julio, se cumple el centenario del nacimiento del escritor Malcolm Lowry. Unas semanas atrás compré en dvd la película de John Huston inspirada en su novela más famosa, “Bajo el volcán”. Me extrañó que un filme tan olvidado (y un poco machacado por la crítica en su estreno) saliera justamente ahora en dvd en España. Lo que no recordaba es que este año se cumple el centenario de su nacimiento. Ahora todo encaja. En Tusquets Editores están haciendo una gran labor de rescate de este literato experto en merodear por un infierno arrasado por el alcohol y la desesperación y muy ducho en retratar esos abismos en las páginas de, por ejemplo, la citada “Bajo el volcán” o “Piedra infernal”. Vi la adaptación de Huston unos meses después de leer la novela. Y creo que Albert Finney está magistral en su retrato del célebre cónsul Firmin. El único actor que podría haber estado a su altura en este personaje hubiera sido el grandísimo Richard Burton. Huston no alcanza la cúspide de la genialidad en esta película, pero tiene escenas memorables: como las últimas, cuando el cónsul llega a una cantina, totalmente ebrio, y los parroquianos con aspecto de tipos peligrosos empiezan a molestarle.
En Tusquets acaban de publicar “Piedra infernal”, una novela corta en la que el lector asiste a los infortunios de un alcohólico metido en un hospital psiquiátrico. En la piel de este personaje se amontonan los delirios, la ansiedad, el dolor, la amnesia y la desorientación propia de quien vive para beber. Y también han publicado una selección de sus poemas, traducidos por Juan Luis Panero, y de largo título: “El trueno más allá del Popocatépetl”. Considero este libro un perfecto complemento a “Bajo el volcán”. Son los poemas que podría escribir el cónsul en una de esas sucias y húmedas cantinas mexicanas en las que se refugia para empinar el codo y añorar a su mujer. En cuanto a esta novela mítica y tan celebrada, ya escribí sobre las impresiones que me dejó su lectura, en noviembre del año pasado, y no voy a extenderme más. Aunque me gustaría apuntarlo: si eres lector habitual de cosas como “Millennium” o “El código DaVinci” o “La catedral del mar”, mejor no lo intentes con “Bajo el volcán”; te tiene que gustar mucho la literatura para conseguir que termines el libro. Mi primera edición de este título la conseguí hace unos cuantos años en uno de mis viajes a Madrid; si no recuerdo mal, aquel día vi el “Hamlet” de cuatro horas de Kenneth Branagh, versión extendida que a Zamora jamás llegó. Encontré el libro, editado por Bruguera, en un local de la Calle de los Libreros. Nunca leí esa edición: la letra me parecía demasiado pequeña y las páginas estaban demasiado viejas y amarillas como para que me apeteciera abrir el volumen. Tuve que esperar a una de las reediciones de Tusquets.
Estos días se pueden encontrar en las librerías, que yo sepa, tres biografías traducidas sobre el autor: “El viaje que nunca termina. La narrativa de Malcolm Lowry”, de Sherrill E. Grace; “Perseguido por los demonios. Vida de Malcolm Lowry”, de Gordon Bowker; y la célebre “Malcolm Lowry: una biografía”, de Douglas Day. Las tres han sido editadas por el Fondo de Cultura Económica de México. Lo malo es que la segunda cuesta treinta y seis euros, un precio bastante alto para estos tiempos. A los mencionados títulos habría que añadir “Desde la barraca: Malcolm Lowry y México”, el estudio de Francisco Rebolledo. Se pueden encontrar ejemplares en La Central del Reina Sofía de Madrid. Supongo que algún día las compraré. Me interesa la vida de Lowry casi tanto como su escritura.