miércoles, diciembre 10, 2008

Días de Speed a falta de Rosas, de Kike Babas & Ramone


Kike Babas entusiasmó a todo el mundo en su lectura en la Gruta 77. Nos hizo reír a todos. Pero en Días de Speed a falta de Rosas (su nuevo libro: de relatos, micorrelatos y definiciones irónicas, acompañado de las magníficas ilustraciones de Ramone), aunque hay mucho humor, también hay un hueco para esas historias tristes de su barrio, protagonizadas por yonquis, borrachos, hombres que hablan solos, mujeres sin suerte y bandas incapaces de dejar de esnifar. Una colección sobre el speed, sí, pero también sobre el desencanto y el tiempo que nos machaca. Mi relato preferido es una pieza breve y sublime (El plan de la noche y la música) que describe mediante claves y alusiones la relación de amistad entre Kike Turrón y el propio Kike Babas, y de la que os copio un fragmento:
Se distanciaron sin nostalgia ni rencor. Se perdieron. No les tocó vivirse el callo de los años siguientes, el peaje de la vida por la elección hecha, el lento strip-tease de las encías del uno, el enlutado del esmalte del otro. Tampoco hicieron por verse la risa, las buenas farras de palmeos en la bujería de la mandíbula. Tenían una raíz común, pero crecían paralelos, sin cruzarse. Y, aunque intermitentemente nunca hubiesen dejado de vivir en el barrio, no se veían, no quedaban, no hacían cotidiano, que era el forjado de su relación. Apenas coincidían. Si acaso se vieron alguna vez en un ritual de baño, quizá en un camerino. Pero no tuvieron tanto que decirse. Más allá del pasado ya pasado del que apenas recordaban las batallitas eternas, más allá del saberse amigos desde siempre, no tenían plan para el día siguiente.