El demonio te coma las orejas [1997-2008], versión ampliada del que fuera el primer gran poemario de David González, es la crónica honesta y descarnada de un superviviente en los afilados márgenes de una sociedad que no mira a los que se quedan atrás.
El oficio de poeta lo aprendió David entre las cuatro paredes de una celda: poesía de no-ficción, como él la define, poesía de la triste experiencia, escrita como catarsis frente a la realidad insoportable de la prisión. Así surgieron El demonio y sus poemas, ajenos a la métrica y a la rima, y dotados de un ritmo instintivo, ansiosos por sumergir al lector en el particular microcosmos de quien se mueve entre la calle y la cárcel, la cocaína y el alcohol, los Burning y Camarón, el desprecio a la vida y el miedo a perderla.
Una poesía para los que no leen poesía.