Tras la espléndida The Squid and the Whale (Una historia de Brooklyn), Noah Baumbach vuelve a retratar a una familia tronada y problemática. Dos hermanas (Nicole Kidman y Jennifer Jason Leigh, bordando sus personajes), que llevaban años sin hablarse, se reconcilian para la boda de la segunda con un tipo llamado Malcom (Jack Black). Dado que ambas son neuróticas, especialmente Margot (Kidman), escritora de relativo éxito, y que arrastran un pasado de abusos, los roces y las tensiones no tardan en aflorar.
La crueldad con la que Baumbach habla de las relaciones entre hermanos y entre padres e hijos es devastadora. De vez en cuando, un toque de humor nos salva de la amargura. Si algo podríamos reprocharle a la película (no tan redonda como su anterior trabajo) es que el personaje de Black es tan patético que a veces no resulta creíble.