lunes, julio 21, 2008

Escondidos en Brujas


Sentía curiosidad por esta película desde hace tiempo. Pero la recomendación entusiasta de mi colega Ana Pérez Cañamares me hizo tener aún más ganas de verla. Y Ana estaba en lo cierto. Escondidos en Brujas es una gran película, debut del dramaturgo Martin McDonagh (ganador de varios premios, obtuvo un Oscar por su cortometraje Six Shooter), y trae aire fresco a la cartelera veraniega.
Para unos, Brujas puede ser el cielo. Para otros, en cambio, puede representar el infierno. Dos asesinos a sueldo son enviados a Brujas por su jefe después de su última metedura de pata (matar a un niño por accidente durante el asesinato de un sacerdote). Allí conocen a personajes excéntricos y tratan de matar el tiempo mientras a uno de ellos lo devora la culpa y se aburre y el otro disfruta con los edificios antiguos y las iglesias.
McDonagh no oculta sus influencias: le gustan Martin Scorsese, David Lynch o Quentin Tarantino (véase IMDb). Su oficio de dramaturgo se nota en los diálogos. Pero lo más impactante es que ésta sea su primera película (una ópera prima así no se ve todos los días) y en ella logre un equilibrio perfecto entre la comedia y el drama. A menudo el espectador ríe con los protagonistas y les toma aprecio, a pesar de sus pecados, y puede ocurrir que en la siguiente escena se le congele la risa. El reparto es de lujo, además: Colin Farrell, Brendan Gleeson y Ralph Fiennes. Un trío de ases que se completa con la guapa Clémence Poésy, vista en la última de Harry Potter, y un cameo de Ciarán Hinds. No os la perdáis.