lunes, julio 07, 2008

Cuentos sanfermineros, de Patxi Irurzun



Había pedido un café con leche. El café consigue limpiarme el estómago cuando he bebido mucho. Eran las cinco y media de la mañana y entraba a currar dentro de tres cuartos de hora. Se trataba de los primeros sanfermines en que trabajaba y estaban resultando duros. Solía ir a la fábrica tras haber pasado toda la noche de juerga, aguantaba como podía y luego regresaba a casa, comía y me echaba a dormir unas horas. Después volvía a beber. Era como un torbellino contra el que había que luchar para no perder el equilibrio.

[Portada y fragmento del libro del que hablo en el artículo de abajo, o en link directo: aquí]