El poemario Afortunada de mí se divide en dos partes. En la primera, Denise Duhamel vuelve a su pasado y, así, se desnuda ante el lector: su incapacidad para ser madre, su vida en Nueva York, su fracaso como guionista de Hollywood, el recuerdo de aquel novio de hace tiempo (era más fácil escribir sobre mi propio corazón roto / que sobre la manera en que rompí el tuyo)... En la segunda, los poemas en prosa conforman una ruta por el miedo a la muerte de sus padres y de ella misma. Alrededor de la autora se suceden los accidentes y los malos augurios: su cuñado cae del tejado, a ella casi la atropella un camión y sus padres se trizan en una escalera mecánica junto a otros ancianos. De ese modo, al cuidar de sus progenitores se convierte en inesperada madre y enfermera para ellos (Nadie sospechaba que la fuerte sería yo, enfrentándome a la inflamación, a las azules y endurecidas protuberancias). Un libro que no deberíais dejar escapar, de una de las voces más contundentes de la poesía norteamericana, y de la que ya habíamos leído alguna muestra en la antología La diferencia entre Pepsi y Coca-Cola.
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